jueves, 18 de marzo de 2010


Es hermoso hilar, es una actividad que te lleva a pensar y a que el tiempo transcurra cadenciosamente con el movimiento de la rueca. Sigo probando fibras de diferentes grosores e ilusionándome con el destino de esa madeja que se está formando entre mis dedos.
Les muestro el antes y el después:

Fibra corriedale e ideal (29 micras), hilado a dos cabos, durante la reunión de tejido que se hizo en casa el sábado pasado.




Fibra Río Gallegos, 25 micras, hilado a 1 cabo
Les gusta?